viernes, 21 de octubre de 2011

EL BUHO REAL
La idea de comprar un búho real surgió de mi hermano. Hay que reconocer que cumplió su papel: que los gatos no entraran en el huerto, porque se meaban en los tomates nuevos, verdes, incipientes. El problema es que ahora que no quedan gatos no podemos salir de casa. A mi hermano se le ha comido tres dedos, a mí un ojo y una oreja. Esperamos, vehementes, que pronto migre a por alimento, a otro barrio, o a otra dimensión.
Padre nuestro que estás en los cielos
Mientras el sargento interrogaba a su madre y a su hermana, el capitán se llevó al niño, de una mano, a la otra pieza.
—¡Dónde está tu padre?— preguntó.
—En el cielo –susurró él.
—¿Cómo? ¿Ha muerto? –preguntó asombrado el capitán.
—No –dijo el niño—. Todas las noches baja del cielo a comer con nosotros.
El capitán alzó la vista y descubrió la puertecilla que daba al entretecho
José Leandro Urbina (Chile